San Pelayo celebra el primer fin de semana de junio sus fiestas patronales en honor al Santísimo Cristo del Suspiro, que originariamente se celebraba el día 6 de junio. Durante tres días la habitual tranquilidad de San Pelayo es rota por la algarabía, las celebraciones religiosas, los bailes, el folclore popular y las comidas con las que los vecinos devuelven la vida al municipio. Sin duda, es reseñable la gran cantidad de gente que se concentra en este pequeño pueblo y el alto nivel de participación e implicación en todos los actos que se desarrollan a lo largo de esta fiesta. Todas las personas que la conocen repiten, porque como allí dicen: “a San Pelayo no se va a ver la fiesta, se va a hacer la fiesta”.
En los últimos tiempos, jóvenes y mayores se reúnen también para celebrar Halloween, Carnaval, la plantada del mayo y la fiesta del verano.